Este miércoles 15 de agosto, la Iglesia
Universal celebra la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, recordando
que la Madre de Jesucristo fue llevada en cuerpo y alma al cielo.
“Es una gran alegría contemplar a María en el
cielo, cerca de su Hijo, como Madre que intercede por los hijos que estamos en
la tierra. Si ella tuvo su asunción, cada uno de nosotros está llamado también a
subir”, señala el padre Olivier D’Argouges, religioso asuncionista.
Agregó que “la escalera (para subir al cielo)
son las bienaventuranzas (Mt. 5. 1-12), hacer vida el mandamiento de amarnos los unos a los
otros, de aceptar en nuestra vida, como ella, la presencia de la cruz, para
poder después contemplar al resucitado como ella lo hizo después de la
resurrección de Cristo. Es una fiesta de esperanza, que nos pide dejar un poco
nuestras preocupaciones y levantar los ojos al cielo”.
El Padre D´Argouges recomienda que la mejor
forma de vivir esta fiesta de la Asunción es celebrar la eucaristía y visitar
algún santuario mariano en familia, “para encontrarse con María y a través de
ella con Jesucristo”.
El Papa Pío XII declaró el 1 de noviembre de
1950 el dogma de la Asunción de la Virgen María, quien, señala el texto, “luego
de su vida terrena, fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial”.
Al respecto, el beato Juan Pablo II precisó que
el cuerpo de la Virgen “fue glorificado después de su muerte”.
Fuente: Iglesia.cl
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